Reconozco que ya lo sabía
Pero duele escuchar en mis dedos tu voz
Que acompañan una melodía
Que no puedo afinar.
En mis muchas versiones de la soledad
Llegué a pensar que ya estabas dentro
Que de un momento a otro podías aclarar
Tu dudar, tu dudar, tu dudar.
Pero me encontré otra vez de frente
a lo que pensé ya había dejado atrás
Y de nuevo los mismos papeles
Que ya no sé disfrutar.
Y aunque siento que el momento no volverá más
Me fastidia seguir dependiendo
De tus ojos, de tu boca, de tu humanidad
Del principio y no del final.
Del principio y no del final.